Para mediados de los años 50 el fabricante independiente de autos Studebaker estaba en crisis. A principios de la década le había ido muy bien, pero los tres grandes de Detroit estaban copando el mercado con avances tecnológicos y una febril guerra de precios.
La desesperación los hizo cometer malos negocios, asociándose con Packard, otrora fabricante de los autos más lujosos de Norteamérica, pero la fusión casi los llevó a la ruina.
La desesperación los hizo cometer malos negocios, asociándose con Packard, otrora fabricante de los autos más lujosos de Norteamérica, pero la fusión casi los llevó a la ruina.
Un bajo volumen de ventas y escaso margen de ganancias para tener precios competitivos en el mercado, requerían acción inmediata para revivir la marca. La idea entonces fue desarrollar un auto deportivo que fuera revolucionario.
Para ello volvieron a llamar a Raymond Loewy - famoso por haber rediseñado entre tantas cosas la botella de Coca Cola y el logo de Lucky Strike -, quien había dibujado alguno de los más grandes éxitos de la marca en los años 50, como el Champion de 1951 y la cupé Starliner de 1953.
El equipo de Loewy dibujó un modelo totalmente diferente a lo conocido, y casi de porte europeo: carecía de líneas rectas, no tenía parrilla, era escueto en sus adornos, y visualmente era futurista. El nombre Avanti, del italiano "avance" remarcaba aun más estos atributos.
Para ello volvieron a llamar a Raymond Loewy - famoso por haber rediseñado entre tantas cosas la botella de Coca Cola y el logo de Lucky Strike -, quien había dibujado alguno de los más grandes éxitos de la marca en los años 50, como el Champion de 1951 y la cupé Starliner de 1953.
El equipo de Loewy dibujó un modelo totalmente diferente a lo conocido, y casi de porte europeo: carecía de líneas rectas, no tenía parrilla, era escueto en sus adornos, y visualmente era futurista. El nombre Avanti, del italiano "avance" remarcaba aun más estos atributos.
Todo esto se vio opacado por la premura con que la Studebaker lo puso en producción, adaptando una novedosa carrocería en fibra de vidrio al chasis obsoleto del Lark y a un vetusto motor de 4.7 litros de 1951 el cual era pesado y con una performance muy inferior a lo que se podría esperar de un auto supuestamente deportivo como el Avanti.
Se presentó en Nueva York en 1962 y se apuraron a comercializarlo al año siguiente sin los debidos ensayos y pruebas, esto trajo aparejado innumerables problemas de calidad, el auto era dificil de manejar, poco potenciado y caro ya que competía en precio con el Ford Thunderbird y el Corvette Sting Ray, ambos claramente superiores.
Todo este dislate tuvo resultados obvios, producción de tan solo 3800 ejemplares en 1963 y de 800 en 1964, fue el tiro de gracia a la Studebaker que terminó cerrando sus puertas en 1966.
Los moldes y la marca Avanti fueron vendidos a los dueños de una cadena de concesionarios quienes los siguieron produciendo en forma independiente, con algunas mejoras pero a costa de incrementar su precio hasta llegar al doble de un Ford Mustang de la época. Así, y con sucesivos cambios de mano que sería extenso enumerar aquí, el Avanti sobrevivió casi 40 años más en limitadas producciones, hasta bien entrado el presente siglo.
Se presentó en Nueva York en 1962 y se apuraron a comercializarlo al año siguiente sin los debidos ensayos y pruebas, esto trajo aparejado innumerables problemas de calidad, el auto era dificil de manejar, poco potenciado y caro ya que competía en precio con el Ford Thunderbird y el Corvette Sting Ray, ambos claramente superiores.
Todo este dislate tuvo resultados obvios, producción de tan solo 3800 ejemplares en 1963 y de 800 en 1964, fue el tiro de gracia a la Studebaker que terminó cerrando sus puertas en 1966.
Los moldes y la marca Avanti fueron vendidos a los dueños de una cadena de concesionarios quienes los siguieron produciendo en forma independiente, con algunas mejoras pero a costa de incrementar su precio hasta llegar al doble de un Ford Mustang de la época. Así, y con sucesivos cambios de mano que sería extenso enumerar aquí, el Avanti sobrevivió casi 40 años más en limitadas producciones, hasta bien entrado el presente siglo.
La Miniatura
Hace tiempo que el Avanti se merecía un lugar en este blog, asi que puse manos a la obra con las fotos.
El modelo es de la marca Signature Models, una firma que supo producir a principios de los 2000 muy buenas réplicas a precios más que lógicos en función de la buena calidad que presentaban.
Entre sus virtudes destaco la calidad percibida en forma de excelente pintura y cromados, buen molde e interiores muy realistas, en este aspecto solo denota su antigüedad al abrir las puertas y encontrarse con esas bisagras de brazo, hoy dia casi extintas aún en las marcas más básicas.