sábado, 26 de septiembre de 2015

Honda NSX (1990) - Jouef Evolution (Kyosho) 1/18

El Honda NSX es un deportivo biplaza, con motor central producido entre 1990 y 2005.
En su momento incorporaba avances técnicos de vanguardia, como ser el primer auto de fabricación en serie con chasis de aleación de aluminio, dirección eléctrica y un sistema de mariposa con comando eléctrónico del tipo "drive by wire", elementos que quizá hoy dia sean comunes de ver hasta en autos de bajo coste, pero que hace 25 años eran novedad.



El motor también era una joya mecánica, un V6 aspirado con bloque de titanio y platino, capaz de girar a 8000 RPM y erogar nada menos que 270CV.

El diseño básico y el trabajo de puesta a punto para el NSX se inició en 1986 y duró hasta 1989.
Durante este tiempo, se dice que Honda llegó a tener alrededor de 400 registros de diversas patentes.
Los últimos ajustes se realizaron en 1990, entre otros por el piloto de F1 Ayrton Senna, existiendo algunos videos de esas sesiones que se pueden ver por Youtube.
En lo personal, y por el aprecio que le tuve siempre a Ayrton, esta foto sinceramente me emociona, como dije hay muchas imágenes de las pruebas, pero esta en particular es especial, muy poco habitual de ver en un piloto de F1




La Miniatura


El modelo que presento, está conmigo desde los albores de mi colección, y casi en contemporaneidad con el prototipo, por eso a casi veinte años ambos han sido superados en muchos aspectos con los avances tecnológicos, ya sea en la vida real como en el mundo del modelismo.



La marca que lo lanzó, Jouef de origen frances (ex subsidiaria de Lima produciendo trenes eléctricos, ambas ahora bajo el dominio de la británica Hornby) tuvo un efímero paso por el mundo del diecast en 1:18 bajo la denominación Jouef Evolution. Cambió al poco tiempo de manos para llamarse Eagle´s Race, y terminó finalmente en la hoy conocida Universal Hobbies.

Sin embargo, este Honda solo fue comercializado en Europa por Jouef, pues lo produjo Kyosho, y luego discontinuado. Su caja exhibe el logo junto al de la marca francesa pero, ya veremos, el chasis del modelo sólo hace alusión a la firma japonesa.




Pese a su veteranía, está tan bien plantado y sus formas tan fieles que sigue resistiendo con hidalguía el paso de las décadas, y a mí me sigue gustando como el primer dia.









Quizá en el interior es donde uno espere ver un "Kyosho" con todas las letras, pero haciendo una retrospectiva mental a casi dos décadas y poniéndolo junto a un Bburago de entonces veremos que claramente estaba por encima de los italianos en texturas y formas, sin recurrir a  esos molestos cromados que aquellos ponían por doquier.
Lo que se dice un interior sobrio, en armonía con su representado.





El detalle de las luces es un claro ejemplo de lo que mencionaba, la marca italiana jamás sacó un modelo cuyas luces escamoteables fueran operables, y oportunidad no les faltó (ej. Lamborghini Countach)





Aquí el motor se encuentra bajo una tapa detrás de los asientos, teniendo que levantar antes la luna trasera.
Nada de cromados, solo etiquetas y colorido acorde al real, con el V6 VTEC reproducido en forma integral (no es una placa formada), ya que se aprecia también desde abajo junto al sistema de escapes.



Pero aqui es donde otras marcas dirían basta, sin embargo Kyosho fue por más e incorporó la apertura de baul, con lo cual tenemos nada menos que tres operatividades sólo en la zaga.





Y con esta toma de los bajos, como es habitual, terminamos la revisión de este singular  modelo, hoy dia convertido en rareza, no solo por su extinta marca sino también por esa curiosa asociación con la firma japonesa, la que con los años se convirtió en uno de los referentes actuales del diecast.
Como vemos, los laureles se los tiene bien ganados.